Nuestro cuerpo, tal y como un instrumento de música,
puede a veces desafinarse debido a una perturbación emocional, relacional o física.
La Trama® va ha permitir al cuerpo recuperar su vibración inicial y devolverle su capacidad de recuperar y preservar su equilibrio.
¿Sientes que experiencias de dolor, abandono, injusticia, rechazo, frustración o impotencia del pasado siguen pesando dentro de ti e impiden que avances como quisieras?
¿Te gustaría soltar esa carga y recuperar la armonía para volver a sentirte plenamente tú misma?
Te acompaño en este camino de liberación a través de sesiones de TRAMA® (la TRAME en francés), una terapia energética creada hace más de 30 años por el alquimista francés Patrick Burensteinas. Inspirada en los principios de la alquimia, La Trama® nos recuerda que la verdadera transformación ocurre cuando nos atrevemos a iluminar esas partes oscuras que habitan en nuestro interior.
Te recibo en un espacio tranquilo y acogedor, pensado para ofrecerte un momento de calma, escucha y bienestar profundo. Un lugar seguro donde puedas soltar, con suavidad, esas emociones que han formado parte de tu historia, pero que ya no necesitan seguir condicionando tu presente.
En la práctica, durante la sesión, coloco delicadamente mis manos sobre puntos precisos del cuerpo, transmitiendo una vibración sutil y rítmica. A través de este movimiento, el cuerpo comienza a liberar de manera progresiva las tensiones y bloqueos emocionales que se han acumulado con el tiempo.
Así, poco a poco, la armonía interior se restablece y la información vuelve a fluir libremente, permitiendo que tu cuerpo reactive sus propios procesos naturales de autorregulación y encuentre alivio tanto a nivel físico como emocional.
La Trama® (o Trame®) explicada por su creador, el alquimista francés Patrick Burensteinas
Deontología: La Trama® no sustituye ni a los profesionales de la salud ni a la terapia: les es complementaria. No haré ninguna interpretación psicoanalítica, psicológica o médica y no haré ningún diagnóstico o prescripción.
